En la antigüedad la oliva era un producto fundamental con múltiples usos para la iluminación, cosméticos, rituales, ungüentos, alimentación... Jarrones, mosaicos y coronas lucían esta hoja como decoración, siendo el olivo, y particularmente las olivas parte fundamental de la alimentación romana, tanto de ricos como de gente más humilde.
Según la mitología griega, el olivo tiene un origen divino. Las olivas eran un alimento creado por Atenea / Minerva como regalo para la humanidad, por lo que también servían como ofrenda a los dioses. Con las hojas coronaban a sus campeones y con el aceite ungían sus cuerpos.
Ya en época romana, Hispania era uno de los principales exportadores de aceite de oliva, por su calidad inigualable, estos pendientes inspirados en los olivos de Hispania es nuestro pequeño homenaje a este gran producto Mediterráneo